Bernardin de Saint-Pierre (1737-1814) fue un hombre que vivió su tiempo con extraordinaria intensidad, al ser espectador y activo partícipe de los acontecimientos que dieron fin al Antiguo Régimen y de las distintas etapas de la Revolución, para luego asentarse definitivamente durante el Imperio.
En la exótica belleza de una isla del océano Indico, dos niños comparten infancia y descubren el amor. El cauce que las circunstancias sociales impondrán a sus vidas ilustra el desgarro entre naturaleza inocente y una civilización avasalladora.
Desde el momento de su publicación, Pablo y Virginia conoció un gran éxito. Crítica y público fueron unánimes en sus alabanzas hacia un relato que concordaba perfectamente con la sensibilidad de la época.
El lector actual debe entender esta obra como una compleja meditación sobre la felicidad humana y, por otra parte, como un proceso a la ideología de la que surgió, ya que condensa el tránsito del pensamiento ilustrado -que se habría esforzado en la conciliación del individuo con su entorno- hacia el primer romanticismo, en el que la relación de ambas entidades se hace problemática.
Es fácil idealizar a los artistas, pero poca gente sabe hasta qué punto pueden incluirse, en general, entre las personas más prácticas, despiertas, juerguistas y realizadas. Este libro, ingenioso e inspirador, identifica diez lecciones básicas que podemos extraer de las vidas de los más grandes artistas de la historia.
Piensa como un artista es un manual desenfadado pero profundamente inspirador. Gompertz encuentra, al analizar la capacidad innata de ciertas personas para dar con ideas brillantes de manera natural, un nuevo pretexto para hablar con propiedad de la historia del arte.